“La Pichocha” y el Modernismo en Novelda

Cuando hablamos de Modernismo, nuestra mente viaja inmediatamente hacia Barcelona y Gaudí, pero hay un lugar en la provincia de Alicante donde se alza como un auténtico tesoro arquitectónico la historia del modernismo español y este movimiento arquitectónico se presenta en su máximo esplendor de líneas curvas y juegos de luz. Esa ciudad es Novelda.  En Novelda, el legado modernista se entrelaza con la conmovedora historia de una mujer valiente: Antonia Navarro, conocida como La Pichocha. Dicen que este apodo se le puso despectivamente debido a su aspecto, poco femenino según los cánones de finales del siglo XIX. Esta mujer, nacida en 1846, desde joven mostró un espíritu indomable y una pasión desbordante por el arte, pero no tuvo ni mucho menos una vida fácil: se casó con Luis Navarro Abad pero quedó viuda tan sólo 8 años después de su boda. Fruto del matrimonio nacieron sus tres hijos: Carmen, Antonio y Luisa, pero Antonio murió con tan solo 12 años. A estas dos trágicas pérdidas, Antonia sumó también la de su padre, que cambiaría radicalmente su vida. De él heredó no solo su fortuna, sino también una capacidad innata para dirigir sus negocios.  En ese momento se hizo cargo de todo, pero no estaba sola. La acompañaban su madre y sus dos hijas. Mujeres apoyando a mujeres. Un auténtico matriarcado. En un mundo laboral en la que solo había hombres, consiguió ganarse con mucho esfuerzo y trabajo su respeto.  Antonia (nos resistimos a llamarla La Pichocha) viajó por negocios por toda España y visitó casi todas las urbes europeas. A lo largo de estos viajes, absorbió y fue trayendo a Novelda todas las corrientes culturales que surgían en cada ciudad: el el El Sezesionism, el Liberty Style y sobre todo, el Art Nouveau, se ven reflejadas en su casa palaciega, esa que ordenó construir y que hoy se llama Casa Museo Modernista. En esa casa, hoy emblema del Modernismo en Novelda, plasmó como nadie esas tendencias y también un amor hacia el universo femenino, homenaje a ella misma, pero también a las mujeres que la acompañaron: hay un rostro de mujer integrado en la decoración, que aguanta el peso de la construcción; un rostro bello y solemne. Y todo ese simbolismo envuelto en curvas sinuosas y colores pastel, con una luz vibrante que lo ilumina todo. La Pichocha no sólo transformó su hogar; lo convirtió en un refugio para artistas e intelectuales que buscaban inspiración. Allí se celebraban eventos que promovían el modernismo y la cultura local.  Antonia simboliza la fuerza, la determinación y la lucha sin tregua en un mundo que parecía imposible, en un mundo lleno de prejuicios, de “apodos”, de repudia hacia lo diferente. Ella nunca permitió que esos obstáculos apagaran su luz; al contrario, los utilizó como combustible para seguir adelante, y los plasmó en esta casa que aún irradia su energía.. Hoy, la Casa Museo Modernista está abierta al público como un homenaje a Antonia Navarro y al legado del modernismo en Novelda. Al cruzar sus puertas, los visitantes son transportados a otra época; pueden sentir la energía creativa que aún palpita entre sus paredes adornadas con muebles originales y obras de arte que reflejan la estética modernista. Visitar este museo es más que explorar arquitectura; es rendir homenaje a todas aquellas mujeres como La Pichocha que lucharon por dejar su huella en un mundo que muchas veces les dio la espalda. Su vida es un testimonio inspirador sobre cómo la pasión por el arte puede trascender barreras y crear espacios inclusivos donde todos puedan expresarse. Desde Soloka Brands, te invitamos a visitar Novelda, a descubrir el Modernismo y a entrar en su Casa Museo Modernista, para poder descubrir sus bellos rincones y mirar a través de los ojos de esa mujer que lo hizo posible: Antonia Navarro.   Este relato aúna Social, Local y Content. Todo lo que nos gusta en Soloka Brands.  Si fueras una marca que quisiera conectar con las mujeres, ¿no te gustaría contar esta historia?

María de la O Lejárraga, la invisible dramaturga

En el insondable panorama de la literatura y el teatro español, hay figuras que, a pesar de su talento y contribuciones, han quedado en las sombras de la historia. Estar a la sombra, bajo seudónimos masculinos, era más que habitual en una época en la que las mujeres no podían expresarse con libertad. Una de estas mujeres, aunque hay muchas más, es María de la O Lejárraga, una dramaturga nacida en La Rioja que, a lo largo de su vida, escribió prolíficamente bajo el seudónimo de su marido, Gregorio Martínez Sierra. Su historia es un recordatorio poderoso de las luchas por el reconocimiento y la visibilidad en un mundo donde las voces femeninas a menudo eran silenciadas. María nació en 1874 en una familia acomodada que le permitió acceder a una educación privilegiada. Desde joven mostró un gran interés por la literatura y el teatro, pero fue en su matrimonio con Martínez Sierra donde comenzó a forjar su carrera como escritora. Sin embargo, en lugar de recibir el reconocimiento que merecía, sus obras fueron publicadas bajo el nombre de su esposo. Esta decisión no solo refleja las normas sociales de la época, sino también las dificultades que enfrentaban las mujeres para ser reconocidas en el ámbito literario. A pesar de esta invisibilidad, María fue una autora prolífica. Escribió más de 30 obras teatrales, ensayos y relatos cortos que abordan temas como la identidad femenina, los derechos sociales y la lucha por la igualdad. Su estilo era innovador y audaz para su tiempo; exploraba emociones humanas complejas y desafiaba las convenciones sociales establecidas. Uno de los relatos más destacados de María es «La niña del mar», una historia que ha sido considerada como una posible inspiración para el clásico animado «La Dama y el Vagabundo» de Disney. Aunque no hay pruebas definitivas que vinculen directamente su obra con la película, muchos críticos literarios han señalado similitudes temáticas entre ambas narrativas: el amor entre dos mundos diferentes y la búsqueda del hogar y la pertenencia. A lo largo de su vida, María luchó incansablemente por obtener el reconocimiento que merecía. En 1936, tras estallar la Guerra Civil Española, se exilió a Argentina junto a su marido. Allí continuó escribiendo y defendiendo los derechos culturales y sociales de las mujeres. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos y logros, su legado ha sido relegado al olvido durante décadas. Hoy en día, estamos comenzando a redescubrir a María de la O Lejárraga y su valiosa contribución al mundo del teatro y la literatura. Su historia nos invita a reflexionar sobre cuántas voces femeninas han sido silenciadas a lo largo del tiempo y cómo podemos trabajar para darles visibilidad. El resurgimiento del interés por sus obras es un paso importante hacia la reivindicación de su figura. En un momento en que se busca recuperar historias olvidadas y dar voz a quienes fueron marginados, María se erige como un símbolo poderoso del talento femenino que desafió las normas establecidas. Al recordar a María de la O Lejárraga no solo celebramos su obra; también honramos a todas aquellas mujeres que han luchado por ser escuchadas en un mundo que muchas veces les dio la espalda. Su legado nos recuerda que cada historia cuenta y merece ser contada. Así que, desde Soloka Brands, te invitamos a explorar sus obras, descubrir su vida e inspirarte en su valentía. Porque cada voz silenciada puede resonar con fuerza si decidimos escucharla.   Este relato aúna Social, Local y Content. Todo lo que nos gusta en Soloka Brands.  Si fueras una marca que quisiera conectar con las mujeres, abanderando desde el feminismo tu narrativa, ¿no te gustaría contar esta historia?